El efecto piezoeléctrico consiste en un fenómeno físico en el que se genera una diferencia de voltaje cuando ciertos materiales son sometidos a deformación mecánica.
Este mismo efecto es el que el Dr. Chengliang Sol junto a su ayudante Jian Shi piensan usar para generar electricidad de la respiración humana. Los materiales como el fluoruro de polivinilideno pueden acumular una carga eléctrica debido a la tensión mecánica producida por la respiración humana.
Los desarrolladores del proyecto esperan poder conseguir laminas muy delgadas e inofensivas para el cuerpo con el fin de que estas generen un microvatio. Con esta electricidad se pueden hacer funcionar varios dispositivos biomedicos implantados en la cara.
Al respirar el aire viaja a unos 7.2 kilometros por hora. Algunos de los aparatos que se podrían beneficiar de este método de obtener energía son por ejemplo dispositivos para controlar la glucosa en sangre en diabéticos o mantener la batería del marcapasos con carga con lo cual no se necesitara reemplazarla.
Al trabajar juntos, la nanotecnología la ingeniería electrónica y de materiales tienen la capacidad de aprovechar toda la energía residual del cuerpo como el flujo sanguíneo, la respiración, calor o movimiento.
El material usado es biocompatible y mediante un tratamiento especial se puede reducir su espesor sin perder sus características físicas.