La diabetes mellitus implica un descontrol del cuerpo en mantener estable sus niveles de glucosa en sangre, teniendo valores elevados que a lo largo del tiempo va afectando órganos vitales.
Para medir el nivel de glucosa en sangre se puede realizar un simple examen de sangre, pero en la actualidad existen dispositivos que con una gota de sangre del paciente posibilitan saber el valor en cuestión de segundos. Esta última alternativa permite a que el paciente diabético controle sus valores él mismo en su propio domicilio. Su máxima desventaja es que implica un pinchazo en el dedo produciendo dolor, lo que determina que sea bastante rechazado por el paciente.
Los avances tecnológicos en el campo médico han posibilitado la monitorización continua de la glucosa en sangre por métodos no invasivos. Uno de los mecanismos utilizados por estos modernos aparatos es la electroforesis inversa, permitiendo obtener la sangre a través de la piel intacta, no produciendo dolor a la persona. Un biosensor mide la glucosa sanguínea cada 20 minutos a lo largo de todo el día, contribuyendo a una mejor dosificación de la medicación para la diabetes.
Estos equipos de medición continua no son ampliamente utilizados por su elevado costo, pero ofrecen ventajas muy significativas. Que no sean invasivos, es decir, no se requiere introducir ninguna aguja en la piel del paciente logra que el aparato sea mucho más aceptado, colaborando en un mayor control de su enfermedad.
En un futuro cercano, habrá mayor disponibilidad de estos equipos que permitan una monitorización continua de los niveles de glucosa en sangre de los pacientes diabéticos en lugar de 2 o 3 controles diarios actuales. Una mejor evaluación y tratamiento de la enfermedad determinará una mejor calidad de vida para las personas diabéticas.