Muchos de los avances tecnológicos de los que disfrutamos hoy fueron diseñados con fines militares. Un grupo de ingenieros biomédicos están diseñando un método para que soldados heridos en el frente de batalla sean capaces de atenderse a si mismos.
En el departamento de ingeniería biomédica de Georgia Tech y la Universidad de Emory trabajan en un conjunto de materiales para primeros auxilios para soldados. Dentro de este kit destaca un dispositivo que inyecta al torrente sanguíneo «plaquetas artificiales» que ayudarían a controlar hemorragias, estabilizar lesiones y así dar mas posibilidades de sobrevivir a los soldados que han sido heridos.
Estas plaquetas inyectables han sido probadas en animales y ha logrado reducir el tiempo de coagulación en un 30%.
El encargado de la investigación Thomas Barker dijo que el objetivo primario estaba enfocado en detener el sangrado de las lesiones pero en el transcurso de la investigación se dieron cuenta que también era posible reducir la probabilidad de generar cicatrices añadiendo ciertos químicos reguladores.
Para Barker y su equipo estas plaquetas artificiales encontraran aplicaciones civiles en técnicas de tratamientos de emergencias.