El día martes 10 de febrero cerca de las 20:00 hora rusa dos satélites, uno militar que formaba parte de la flota espacial rusa hasta que fue dado de baja en 1995 y el otro un satélite privado estadounidense.
Estos dos aparatos colisionaron a una altura de aproximadamente 800 Km. provocando una gran cantidad de escombros. Inicialmente se pensó que los escombros podrían dañar la Estación Internacional, pero afortunadamente este hecho se descarto.
Este suceso trae nuevamente a discusión el tema de los escombros espaciales y el peligro que significan para las futuras misiones espaciales. Se calcula que en la orbita de la tierra existen por lo menos 18.000 objetos y por muy pequeños que sean la velocidad con la que se mueven es muy alta y podrían producir daños graves a los satélites funcionales.